- NO MIDAS EL TAMAÑO DE LA RESPONSABILIDAD.
Ser responsable no significa solamente encargarse de las cosas importantes, exigentes u obligatorias, sino de todo tipo de actos aunque fuesen pequeños o no exigibles. Un error muy común es pensar que como se trata de asuntos poco importantes, aburridos o por los cuales nadie te ejerce presión o no tienen fecha límite, puedes dejarlos pasar sin responder ante ellos.
- ACEPTA ASUNTOS INEVITABLES.
Si tienes algún problema como una situación inesperada, no pierdas tiempo eludiendo la responsabilidad del asunto y ponte inmediatamente a trabajar en ello.
- NO ESPERES QUE ALGUIEN TE APRUEBE.
Debes ser responsable por ti mismo y hacer las tareas que tienes encomendadas sin la necesidad de que alguien te supervise o el resto de la gente te vea.
- NO INVENTES EXCUSAS.
Frente a ciertos actos las personas irresponsables son expertas creativas en inventar excusas o echar culpas a demás factores para no realizar lo que tienen encomendado. Esta enfermedad es llamada “excusitis” y tienes que evitarla o curarte de ella lo antes posible.
- DA EL PRIMER PEQUEÑO PASO.
Si tienes muchas obligaciones por cumplir o eres muy irresponsible, debes comenzar a realizar las cosas desde las más pequeñas, que suelen ser las más abundantes, hacia las más complejas.
- APRENDE DE TUS ERRORES
Cuando no cumplas con tus metas u objetivos planteados, trata de encontrar la causa y el por qué se llegó a esa situación, y utilízala como lección para la próxima vez.
- TOMA LA INICIATIVA.
No trates de permanecer pasivo y evitar compromisos ante situaciones en las cuales se necesite hacer o cambiar algo. Toma la iniciativa y eso hará que se fortalezca tu imagen ante ti, ante tu equipo de trabajo y ante tus superiores.